Estoy viendo con absoluto asombro como Revilla, después de renunciar al AVE en una votación del Parlamento de Cantabria, reclama ahora el tren a Bilbao ¡COMO OBRA ESTRATÉGICA!
Yo no digo que no sea interesante mejorar nuestra comunicación con Bilbao por ferrocarril, ahora es tercermundista, pero lo que es inaceptable es que se renuncie a reivindicaciones históricas que nunca han sido atendidas y para disimular su fracaso como Presidente, Revilla lance otra liebre mecánica para despistar a los votantes.
Pero esta estrategia no es nueva en él, en los años 80 su único eslogan electoral era pedir la finalización del Santander-Mediterraneo a través del Túnel de La Engaña.
Ese postureo le sirvió para darse a conocer y para comenzar lo que siempre le ha supuesto una exitosa campaña de victimismo y falsa reivindicación frente a “Madrid”.
Después de años dando la matraca con el Santander-Mediterraneo, y viendo que el chicle no daba para más, el progreso industrial en temas ferroviarios le dio una nueva liebre mecánica que lanzar a los galgos electorales … ¡EL AVE!
Esa ha sido su bandera reivindicativa durante casi 20 años y eso, a pesar de que desde el primer instante Revilla sabía que era económica, técnica y comercialmente imposible que el AVE llegara a Santander, pero eso no le importaba.
Lo único que le interesaba a Revilla del AVE era presentarse como “luchador” de los intereses de los cántabros pidiendo una quimera irrealizable que le permitiera seguir quejándose sin necesidad de que él trabajase por Cantabria.
Todos recordamos el juramento frente a un novillo asado que hizo Revilla a lo Scarlette O’Hara en Monzón de Campos cuando Pepiño Blanco, en un ataque de sentido común impropio de él, decidió terminar con la farsa del AVE.
Cosa que a Revilla no solo no le importó, si no que le vino bien para seguir en su imagen de víctima frente a sus electores y “luchador incansable” por los intereses de Cantabria.
Claro que Revilla, el psoe, el pp y hasta podemos sabían que técnica y económicamente era una estupidez gastar 5.000 millones de euros en hacer una infraestructura que solo iba a ahorrar 25 minutos de tiempo en un recorrido de 3 horas.
Tan es así, que a propuesta de lo que antes era Podemos y ahora son pudimos, Revilla y su partido votaron en el año 2018 a favor de renunciar al AVE y se quedó tan ancho.
Es destacable que el pp, que durante muchos años y con razón afirmaban que el AVE era un proyecto imposible de afrontar, votaron en esta ocasión EN CONTRA de renunciar al AVE, en un ataque de demagogia propia del mismísimo Revilla.
Pero se acercan nuevamente las elecciones y Revilla necesita seguir reivindicando algo, da igual que no se pueda cumplir, casi es mejor puesto que si se pudiera hacer el mérito no sería suyo y se le verían las vergüenzas, es mejor pedir algo disparatado para que te lo nieguen desde el principio y así poder asumir el papel de víctima que tan bien interpreta Revilla.
Y es aquí donde aparece un nuevo conejo de la chistera de la demagogia de Revilla para afirmar, sin el menor pudor y después de poner a caldo a Pepiño Blanco por sugerirlo en 2010, que lo estratégico es un tren a Bilbao.
Eso si, lo dice ahora, no cuando empezó la legislatura hace 4 años, lo dice a 4 meses de las elecciones para que nadie pueda en ese tiempo desenmascarar su nula capacidad de gestión o negociación pero para que quede intacta su capacidad de victimismo demagógico.
40 años lleva Revilla hablando de trenes sin que se haya realizado ninguno de los proyectos que reclamaba. A su 75 años lleva desde los 35 pidiendo un tren.
Yo creo que se merece que, al menos en las próximas Ferias de Santiago, le permitan el honor de inaugurar el primer viaje del Tren de La Bruja del Sardinero, el único que se realizará bajo la gestión de Revilla en Cantabria en sus 40 años de demagogia ferroviaria.