DESENMASCARANDO A REVILLA

DESENMASCARANDO A REVILLA

La  primera “actuación“ de Revilla en la comisión de Cantur, no olvidemos que le queda un segundo acto, ha sido tan clarificadora como triste.

Esa actitud de niño repelente que bajaba el balón para jugar al fútbol, al que nadie soportaba pero tenia el balón, y al que después de hacerle “tres caños” se mosqueaba y decía esa frase mítica que todos hemos oído:  ¡Pues ahora no juego y me llevo el balón! Es exactamente  lo que pudimos ver de Revilla este viernes 15 de marzo.

Cuando comenzó la comisión y le ponían al pie el balón para que chutara a gol ante el aplauso y regocijo peloteril, se le veía tranquilo, se le veía dueño del balón al que nadie podía replicar, estaba en su “salsa”, como en un monólogo del club de la comedia, hablando de embajadores chinos, del teléfono de Pernía, dando clases de geografía sobre Bahrein, de que le hizo la pelota a Pernía para no mosquear al indio “innombrable”, y ese tipo de cosas que ya le hemos visto hacer en todas las televisiones que nos podamos imaginar de la 1 a la 7.

Pero ¡ay amigo! El partido cambio cuando empezó a preguntarle mi compañero Iñigo, ya no se trataba de ponerle el balón “a güevo” si no de que parara libres directos como los que tiraba Roberto Carlos en el Madrid y empezó a cambiar el gesto.

El mismo que en las televisiones que le maquillan la cara para salir en antena, es capaz de hablar del patrimonio de la Iglesia y de cómo lo tiene que vender, es incapaz de explicar por que él y sus compañeros de gobierno perdonaron 1.200.000 € a Alí, de entrada, en la compra del Racing. Primer gol.

El mismo que se escandaliza por la gestión de otros, no supo explicar quien le hizo los informes de solvencia de Ali el indio, y solo pudo balbucear que fue Pernía quien le dijo que Alí el indio era “multimillonario”, ese Pernía al que constantemente esta poniendo a caldo y del que nunca se fió, fue “informe” suficiente como para levantar las garantías que el gobierno tenia de 7 millones a cambio de escasamente 1,5.

Segundo gol.

Y el mismo que, perfectamente maquillado, criticaba a otros en las teles nacionales por no creerse que no supieran nada de la gestión de sus subordinados, ayer dijo que él no sabía nada, ni de Ali, ni de las negociaciones, ni de las garantías, ni del precio de venta, ni del derecho del gobierno a vetar a Pernía y que eso se lo preguntasen a sus subordinados Agudo y Marcano.

Tercer gol por la escuadra de Iñigo.

Y tiene que agradecer Revilla que la televisión a la que se enfrentó este viernes era solo la del Parlamento de Cantabria, y allí no se maquilla la cara de ningún compareciente, porque si no, se le hubiesen notado los goterones de sudor de su cara cuando veía como se estaba desmantelando una a una todas las mentiras que nos ha venido queriendo colar estos años.

Al final Iñigo hizo un gran trabajo desenmascarando al que se suponía era el Presidente de Cantabria en esa época, pero que parece que no se enteraba de nada, y a diferencia de cuando el niño repelente le hacían tres “caños” se enfadaba decía “¡pues ya no juego!” y se llevaba el balón, en esta ocasión tras marcar un “Hat Trick” el que se llevó el balón, firmado por todo el grupo parlamentario popular fue Iñigo.