Cuando definí a la actual presidenta ocupante del PP de Cantabria como: María José Sáenz de “Gorostiaga” nunca imaginé lo cerca que estaba de la realidad.
En la rueda de prensa que Buruaga dio justificando su candidatura planteaba “puertas afuera del partido” que había que tender puentes con el prc si se quería volver a gobernar, es decir, si quería volver a ser consejera de sanidad y, conociendo su poco carisma y atractivo entre los afiliados del PP, en sus reuniones anunciaba que su candidato para las autonómicas era sin duda Íñigo de la Serna, a quien aludía constantemente y del que buscaba la foto siempre para dejarlo claro.
Esos fueron sus dos argumentos casi únicos, el de la renovación como me parece un mal chiste ni pierdo el tiempo en comentarlo.
Ese mensaje no caló entre los afiliados, negociar con Revilla la vicepresidencia era un insulto y que el candidato tenía que ser Íñigo de la Serna era tan obvio para todos que nadie se paró a pensar ni por un instante que Buruaga pudiera ser la candidata en 2019.
Dado su escasa aceptación y viendo que tenía perdido el congreso Buruaga, rodeada de su junta ocupante, urdió un plan de asalto al poder que incluía la utilización de un minusválido psíquico como tapadera para ocupar la presidencia, con el silencio cómplice de Génova que no frenó las manifiestas y clamorosas irregularidades del Congreso.
En su nerviosismo por ocupar el puesto, han dejado pistas mas que suficientes como para que los tribunales anulen el congreso y lo sabe, y también lo sabe Íñigo de la Serna que se ha apresurado a desmarcarse de la candidatura autonómica ante la desolación de todos los afiliados que entendíamos que era el mejor candidato. Desolación que no comparte Buruaga ya que le permitirá, si el sentido común y los tribunales no lo impiden, liderar al PP de Cantabria hacia la debacle en 2019.
Ante este desolador panorama, Génova en su infinita sabiduría, decide enviar al Señor Maillo a reforzar la candidatura de Buruaga, con un único objetivo, que aunque el PP de Cantabria obtenga 8 diputados pueda ser la muleta del prc y, de esa manera, salvar los muebles como lleva haciendo el psoe de Cantabria instaurado en el poder con un respaldo de los votantes casi anecdótico, 5 diputados, pero muy rentable para los dirigentes socialistas en los últimos 16 años.
Y es aquí cuando se demuestra “la insoportable levedad de Buruaga”, da igual que las encuestas le den 8 diputados, da igual que no hable de ganar las elecciones si no de pactar con el prc, es más a Maillo le da igual que pierda el juicio por las irregularidades del congreso, ella seguirá al mando, eso sí, rodeada de “prohombres” del partido de su propia junta ocupante al acecho del batacazo de 2019, donde exigirán otra nueva renovación para quedarse con los restos de lo que ha sido un partido líder y puede convertirse en anecdótico en 2019 como lo es ahora el psoe.
La actuación de Maillo este fin de semana deja herido de muerte al PP, venir a reforzar la imagen de quien ha destrozado el partido, afirmando además que no le importa lo que decidan los jueces, lleva al PP a un camino de no retorno en donde digan lo que digan los tribunales no habrá solución digna para el partido.
Las declaraciones de Maillo nos han mostrado que no le importa como ha ocupado el poder la junta ocupante. Maillo permitirá que Buruaga siga al mando de una nave a la deriva sin principios, sin valores, en donde el regateo de cargos y prebendas es la argamasa que unifica a la junta ocupante y en donde la imagen de un líder que aglutine a todo el partido por el bien común es una quimera inalcanzable por quien está mas interesada en volver a ser consejera de sanidad que en el futuro del partido, su éxito personal será el fracaso del Partido Popular de Cantabria.
La insoportable levedad de María José Sáenz de ”Gorostiaga”.