Es desalentador comprobar la hipocresía de esta nueva sociedad 2.0 de la que disfrutamos. Está claro que en política hay de todo, gente con profundas convicciones, gente con convicciones, gente con intereses y gente con intereses inconfesables, pero el espectáculo con el que estamos siendo bombardeados constantemente por los medios de comunicación es triste y sintomático de que solo lo negativo “vende” o interesa.
Y digo esto por algo que me parece muy hipócrita de tanto “Gurú” 2.0 que puebla las redes sociales. “Guruses” que son capaces de analizar quirúrgicamente cualquier error que haya podido cometer un concejal de un pueblo perdido de 200 habitantes, pero que son incapaces de reconocer o de recordar a aquellos políticos que dieron su vida por la democracia. Políticos como Gregorio Ordóñez que consideraba que era su deber cívico enfrentarse al terror y la opresión fanática, pero que nunca ha sido reconocido como mereció su sacrificio por esta “Mass Media” que ahora es el látigo de la corrupción.
Y antes de que cualquier Troll de tres al cuarto empiece a decir que, como yo soy político, estoy defendiendo a los “corrutos”, quiero aclarar que espero que TODOS los que utilicen la política para incumplir la Ley terminen en la cárcel y paguen por los delitos que hayan podido cometer.
Pero que paguen TODOS, no que se disculpe o incluso se justifique a unos por robar 1.000 millones y se satanice a otros por apropiarse de 40, que se le aplique la ley a todos y que devuelvan lo que han esquilmado.
Pero dicho esto, resulta descorazonador y decepcionante que pasen desapercibidas, o incluso se quieran esconder, otras conductas de políticos que son ejemplo de lo que debemos ser.
Esta reflexión viene de un comentario que esta semana leí en Twitter, que me hizo pensar en el cinismo mediático de muchos a los que solo les interesa dar una imagen de los políticos distorsionada, pero fácilmente vendible a una sociedad que esta pasando dificultades.
El mensaje decía algo así como: La cuenta de la Fundación Gregorio Ordóñez en Twitter @F_GregOrdoñez tiene ya 2.000 seguidores. ¡¡Y lo decía como algo positivo!!…
2.000 seguidores, 2.000 seguidores tiene la cuenta de un político que antepuso sus ideales y la libertad de sus conciudadanos a su propia seguridad personal, que luchó diciendo las cosas claras en una época en la que el silencio cobarde era la mejor forma de “no tener problemas”.
¿Ese es el reconocimiento que merece un político asesinado por defender La Democracia?…, ¿¡2.000 seguidores!?…
Esta sociedad, que se muestra tan indignada con algunos comportamientos, es incapaz de reconocer el heroísmo de los que murieron por defenderla y prefiere seguir a auténticos demagogos o indigentes intelectuales que nunca harán algo de provecho por la sociedad.
A los que arreglan el mundo desde la demagogia barata y simplista, que jamás han empatado con nadie, o a los que salen en la televisión hablando de su último ligue, o aquellos que literalmente lo único que hacen es dar patadas a un balón, la “sociedad 2.0” les sigue con cientos de miles o millones de seguidores, sin embargo a quien fue un ejemplo de valentía, coraje y nobles principios le siguen 2.000.
Tenía que escribir esto, ya sé que ahora la manada de fanáticos saldrá a ladrar, esos no me importan, pero si alguien que se sienta legítimamente escandalizado por el comportamiento de algunos políticos, lee este artículo y luego no se hace seguidor de @F_GregOrdoñez, por favor, que se abstenga en el futuro de darme lecciones de moralidad o de ética.
Muchas Gracias.