Cuando el Gobierno de la Nación presentó su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2016, estos fueron objeto de análisis, control y evaluación por parte de las Instituciones de la Unión Europea.
El Servicio de Economía y finanzas, cuyo máximo responsable es el Comisario francés Pierre Moscovici, ve «serios riesgos» de incumplimiento de los objetivos de déficit, ya que según el análisis del ejecutivo comunitario se deberían acometer recortes por importe de un punto de PIB.
A partir de esto y con independencia de la retórica que Gobierno Español y Ejecutivo Comunitario han empleado para la ocasión, lo importante, lo central del caso es de donde se contiene el gasto, cuáles son las decisiones para disminuir gasto público.
Posibilidades y materia para disminuir el gasto público existen, serias , profundas, más allá de cortar el grifo de las subvenciones a los kulturetas o los sindicatos.
El primer aspecto que daría para equilibrar los presupuestos eliminando gasto improductivo tiene como sujeto la estructura del Estado, un Estado formado por el Gobierno de la Nación , las Comunidades Autónomas, Diputaciones Provinciales, Cabildos Insulares, Mancomunidades, Ayuntamientos, Juntas Vecinales. Demasiado no ?, demasiados niveles de administración para una Nación de 46,5 millones de habitantes, eso sin contar con las Fundaciones, Patronatos, Entes Públicos y esa interminables lista de depredadores del esfuerzo de los contribuyentes.
Dejando aparte ( por el momento) la necesidad de que el Gobierno de la Nación recupere competencias en mano de las Comunidades Autónomas como son la Justicia, la Educación y la Sanidad, que además de un importante ahorro supondrían garantizar el principio democrático de ciudadanos iguales eliminando las diferencias que se están produciendo actualmente, me centraré en la necesaria revolución que hay que acometer en la Administración Local.
En España existen en estos momentos 8.122 municipios, de los cuales 1.058 de ellos tienen menos de 100 habitantes y nada menos que 4.862 no alcanzan los 1.000 habitantes. Es soportable una estructura territorial municipal en España cuya procedencia es la reorganización del mediados del siglo XIX ? que en el colmo de las disparidades nos muestra como en sentido opuesto a lo que acabamos de ver, en 145 municipios españoles se concentra el 52,41 % de la población.
Aquí si que se encuentra una fuente de ineficacia, ineficiencia y gasto público que lastra las cuentas públicas. Modifíquese y elimínese toda una pléyade de municipios sin razón de ser, con coraje político e inteligencia financiera se lograrán dos cosas : Descenderá el gasto público y la más importante, facilitaremos la vida de la gente eliminando estructura pública.