Es pertinente recordar en estos días por su fallecimiento a Edén Pastora, el «Comandante Cero» de la revolución sandinista que derrocó a Somoza pero que no logró convertir a Nicaragua en una democracia estable, tal como se lo contaba el propio Pastora al conspicuo Federico Lucendo Pombo, uno de los más acreditados y solventes periodistas hispano americanos, en una entrevista publicada en 2008 y que ha quedado como una pieza periodística de obligada referencia.
Este junio de 2020 hizo cuarenta y tres años que se celebraron las primeras elecciones democráticas en España después de la dictadura, el horizonte estaba puesto en Europa para homologarnos con el Reino Unido, los Países Bajos o Luxemburgo.
De aquellas primeras elecciones del 77 salió ganador Adolfo Suárez que al frente de UCD volvió a repetir victoria en las generales de 1979, posteriores al Referéndum Constitucional de diciembre de 1978. Se caracterizó el mandato de Suárez por transitar en momentos políticos y económicos de gran dificultad que no le impidieron hacer posible la Transición, los Pactos de la Moncloa y la Constitución. Cuando el agotamiento político de Suárez se hace evidente, provocado en gran medida por las traiciones de la facción democristiana de su Partido, es sustituido por Leopoldo Calvo-Sotelo que aguanta las intentonas golpistas además de lograr un gran avance en las negociaciones para la incorporación de España a la UE y el ingreso en la NATO.
Estos dos primeros Presidentes de Gobierno democráticos que ocuparon sus responsabilidades desde Junio de 1977 hasta Octubre de 1982 se caracterizaron por sus deseos de transformación democrática, sus esfuerzos por hacer avanzar a España, su trabajo para aunar voluntades y ser personas decentes.
Como consecuencia de los resultados electorales de Octubre de 1982 Felipe González alcanza la Presidencia del Gobierno, continúa la labor de atemperamiento de su Partido iniciada en el vigésimo noveno Congreso, lo que es una labor meritoria en una organización de acreditada tradición violenta, como se refleja en el diario de sesiones del Congreso de los Diputados con el ferrolano Paulino Iglesias, se constata con Largo Caballero en el gobierno de la dictadura de Primo o con la «hazaña» de Cuenca, Condés y Vidarte.
González tuvo mérito por encauzar un Partido poco acostumbrado al respeto institucional, rectificó su posición inicial sobre la NATO y finalizó la tarea iniciada por los gobiernos de UCD con el ingreso de España en la UE, quehacer plausible que no puede ocultar un final de mandato espeluznante con el asunto GAL, la corrupción, el paro desbocado y un sistema de pensiones en situación de insolvencia.
No obstante con Felipe González quedará sensación de un cierto avance de País, un salto adelante con unos Gobiernos en donde se podían encontrar Ministros como Boyer, Maraval, Alberdi o Solana, con los que se podía estar o no de acuerdo pero que no producían sonrojo.
En 1996 con la victoria electoral del PP llega a la Presidencia del Gobierno José Mª Aznar, en cuyos mandatos España alcanza las mayores cotas de desarrollo socio – económico que se recuerda y sobre todo demuestra que España no está condenada a ser una Nación marginal destinada a vivir en la pobreza.
Precisamente esta revolución socio – económica que se produce en España, este colocar al País en otra dimensión le acarrea el intenso odio de la izquierda extrema española que ve como los mantras tejidos en años de propaganda política quedan en evidencia.
En consecuencia se orquestó el más violento ataque contra un Presidente de Gobierno democrático como no se ha visto nunca en España. La izquierda asalta las sedes de su Partido, el sindicato UGT en connivencia con su Partido monta una huelga general cuando en España se encontraban en activo y cotizando a la Seguridad Social más personas que nunca, en plena crisis con Marruecos Rodríguez Zapatero acude raudo a fotografiarse con Mohamed bajo un mapa en donde Canarias aparece como territorio marroquí, etc, etc …
En 2004 la asonada izquierdista del 11 al 13 de marzo que coloca a Rodríguez Zapatero en la Presidencia da como consecuencia que se instalen en el Gobierno dirigentes políticos de competencia limitada, sectarismo sin fronteras, espíritu líquido, enormes deseos de revisionismo del consenso constitucional y cambiar la historia.
La crisis económica que Rodríguez Zapatero fabricó para los españoles fue la principal razón por la que Mariano Rajoy alcanzó la Presidencia del Gobierno, transitando por el mismo cual funcionario gris y aseadito en su función, sin utilizar el capital político que los españoles le habían entregado su mandato no afrontando ninguna de las reformas estructurales que España necesitaba.
A Rajoy le derriba una moción de censura cuya espoleta fue una sentencia redactada de aquella manera y que el fino estratega que es Albert Rivera pone en ebullición con una rueda de prensa que inicia el camino de Sánchez hacia el Gobierno mientras el sale hacia la vida civil.
De Sánchez no hace falta explicar nada, estamos en plena epopeya con el CORONAVIRUS, los miles de muertos, el destrozo económico, millones de parados, los pactos con Podemos, Bildu, secesionistas, etc … que lleva a preguntar como se ha llegado a esta situación …
Me viene a la memoria Juan Belmonte al que preguntaron como era posible que Joaquín Miranda, banderillero en su cuadrilla, hubiera llegado a Gobernador Civil en Huelva, a lo que respondió el Maestro : Pues ya ve usted, degenerando.