Endiablado escenario

Falta un año para que se celebren las Elecciones Autonómicas y Municipales con una perspectiva que aventura un endiablado escenario en donde por primera vez en años las castas sacerdotales de la política cántabra no tienen el paisaje ni al paisanaje bajo control.

Las pasadas elecciones autonómicas de 2015 ya adelantaron lo que llegara en 2019, un Parlamento con más actores, ninguno hegemónico, con unas tendencias que apuntan y aquí lo dejo negro sobre blanco lo siguiente: Un PP con descenso importante tanto en votos como escaños, el PRC que bajará no menos del 11 % de sus votos, Ciudadanos aumentando de muy significativa forma y el PSOE que bastante tendrá con mantener sus resultados últimos, mientras que Podemos aparece bastante estable en sus constantes electorales.

Que paisaje tendremos, que instituciones quedarán al albur de las muchas mayorías que se tendrán que formar con la nueva situación, pues los acuerdos anteriores condicionados por los pactos del Gobierno Autonómico fueron en algunos casos con fórceps, situación que será de mayor complejidad a partir de 2019. Se producirá, sin duda alguna, una renovación en las cabezas de candidatura como no se había visto nunca hasta ahora, con excepción del PRC que continuará con su pleistocenico líder el resto de Partidos presentará novedades. El PSOE a espera de unas primarias que no parece que Zuloaga pueda perder, aunque en sus primeras fechas como Secretario General del PSC-PSOE le faltó cuajo político para alcanzar el poder dentro de las parcelas de Gobierno que el pacto con el purrieguismo le otorgó.

Mientras tanto Ciudadanos con el melón sin abrir tendrá que buscar un cabeza de candidatura que responda al perfil esperado por la sociedad, es decir, de nivel intelectual y profesional adecuado, sin rémoras sociales de comportamiento y capacidad de elaboración política, si Ciudadanos encuentra ese candidato que hasta el momento no ha aparecido podrán ser actores protagonistas de la política cántabra, la alternativa… serlo de reparto.

En cuanto al PP si que está mal, después de un conflicto tumoral que aún no conoce fin se desconoce quien pueda ser candidato, los militantes seguidores de la minoría dirigente suspiran por Iñigo de la Serna para minimizar el sopapo electoral, aunque parece difícil que quiera serlo, ya que tendría que cargar con el fracaso y como Alonso en el País Vasco pasar de Ministro a Diputado Autonómico en la oposición.

Ante esta situación el candidato deseado está en la búsqueda urgente y discreta, cosa que no ha logrado, la discreción digo, de compañeros post electorales. Difícil es, aparentemente, que pacte con el purrieguismo pero igual es todo un papelón y están escenificando diferencias, con lo cual ya hablaríamos de otra cosa : Una gran mentira.

En esta perquisición de amigos para después del escenario de 2019 trata de pescar algún Phycidae que ya le ha entrado fácil al anzuelo pero que no le puede garantizar nada, pues ni siquiera sabe, el Phycidae, si llegará a ser candidato.

Tiempos convulsos se avecinan, aunque algún intonso no se de cuenta, por que esto no es la dramática argumentación de lo obvio es la prístina descripción de un futuro más que factible, a pesar de lo que desearían algunos con alma de apache mescalero pero sin bemoles para serlo.

 

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