La desaceleración económica ha llegado

El 21 de febrero de 2008 se produjo en España el debate protagonizado por Pedro Solbes y Manuel Pizarro, en donde Solbes aplicó una máxima de Vladimir Ilich Ulianov «La mentira es un arma revolucionaria» y mintió a los españoles negando una crisis que ya se instalaba en la Nación, para continuar junto a Zapatero ocultándolo durante tres largos años en los cuales se tomaron decisiones económicas entendidas cono racionales al desconocer que se estaba cabalgando al tigre de la crisis, así mientras el Gobierno Zapatero presentaba en Septiembre de 2008 unos PGE para 2009 con una estimación de crecimiento del 1 %. La realidad es que en Abril de 2009 el INE  presentaba los Datos sobre Contabilidad Nacional de España del I Trimestre con una contracción del 3 %, que finalizando el año fue del 3,6 %.

Cabía mayor cinismo en unos dirigentes políticos que en idioma zapateril proscribieron  la palabra  crisis y originaron unas consecuencias que en 2019 aún no se han superado del todo…?

Estamos en Abril de 2019, un correligionario de Zapatero y Solbes ocupa la Moncloa  y enfrentado a varios meses de desaceleración de la economía española responde con la ausencia de un plan de actuación y el silencio como norma, aunque este silencio gubernamental sobre las dificultades de la economía española está acompañado por el resto de partidos.

Analizando los diferentes indicadores podemos ver como el Producto Interior Bruto experimenta un constante descenso, desde el 3,1 que finalizó en el IV Trimestre de 2017 al 2,3 que acaba 2018.

Del consumo, componente más importante del PIB, los datos que se conocen muestran la misma tendencia : Un inicio de 2018 con una tasa del 3% hasta finalizar el año con el 2 %, es decir, descenso significativo.

La inversión en Bienes de Equipo, termómetro de expectativas en las empresas inició 2018 con una variación del 10,6 que descendió hasta un 2,8 al finalizar el curso, comportamiento que se entiende perfectamente al comprobar como durante el mismo periodo la Industria pasó de crecer al 3% a finalizar en tasas negativas del -1,3.

Durante lo más profundo de la crisis pasada las exportaciones dieron un cierto respiro, acuciadas por la atonía interior las empresas salieron con fuerza a los mercados exteriores con bastante éxito. Sin embargo vemos que los datos del último año continúan la misma tendencia que los casos anteriores, inició el año creciendo al 3,8 para finalizarlo con un magro 1,0 %. Si relacionamos este descenso de las exportaciones con la variable de la inversión extranjera la gravedad se ahonda, ya que esta ha descendido más de once mil millones de euros.

Estos datos de la economía real se ven agravados por el moroso comportamiento del Estado que finalizó 2018 con un déficit superior en cuatro décimas al acordado con la UE, que si no fuera suficiente, el Banco de España prevé para 2019 otro aumento del déficit de  14.500 millones sobre lo comunicado a Bruselas.

Molesta, como poco, el estruendoso silencio de los Partidos ante la situación actual y lo que se avecina, con una falta de responsabilidad que empantanará el futuro, dado que las propuestas planteadas hasta el momento no pasan de ideas inconexas sin memoria económica, comportamiento que produce escalofrío dado que no tenemos el cuerpo para soportar otra crisis como la generada entre 2008 y 2011.

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