Libertad … bienestar

La Fundación Heritage ha publicado su acostumbrado «Índice de Libertad Económica» referido en este caso al año 2018. La Fundación constituida en 1973 y situada en Washington que lo viene publicando desde 1995 recoge en 10 categorías su análisis sobre las Naciones. A saber : Protección de los derechos de propiedad, sistema judicial, corrupción, presión fiscal, gasto público, deuda del estado, facilidad de los negocios, situación laboral, estabilidad monetaria, aperturismo comercial, libertad para invertir, competitividad del sistema financiero.

Con este informe España ocupa el lugar número sesenta entre las Naciones, superada en libertad por países de la Unión Europea como Irlanda, el Reino Unido, Dinamarca, Luxemburgo, Suecia, Países Bajos, Alemania, Finlandia y Austria, también por otros europeos como Suiza y Noruega, además de Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Estados Unidos, Corea del Sur o Japón.

Aquí entonces la batalla ideológica : La libertad supone bienestar …? claramente si, rotunda, absolutamente. Veamos cual es la principal característica de los Países con mayor Producto Interior Bruto, con la Renta per Cápita más elevada, en donde la mortalidad infantil se encuentra en sus rangos menores, las mayores esperanzas de vida, la alfabetización plenamente instalada y en donde se respetan más los derechos humanos. Que tienen estos Países en común …? pues tienen en común que son democracias, algunas con demasiada intervención del Estado … pues si, pero democracias, con separación de poderes, certidumbre jurídica, elecciones libres y derecho de propiedad. En sentido opuesto los países más pobres, en donde la violencia estatal el sistémica y los derechos humanos se conculcan son dictaduras. La libertad es beneficiosa, a pesar de las reticencias, cuando no la frontal oposición de estatistas y meapilas del buenísmo, cuya bajeza moral queda evidenciada ante cualquier indicador que refleja lo señalado con anterioridad.

Mientras tanto seguiremos pastoreando con esta nuestra España, que situada en el lugar número sesenta de las Naciones en cuanto a su clasificación de Nación libre presenta evidentes signos de estatísmo rampante y una ausencia de revitalización de la sociedad civil sepultada los últimos cuarenta años por una producción legislativa que ocupa más de 995.000 páginas. Es decir casi un millón de páginas que han entorpecido la vida de la gente, castigado a las empresas , encarecido la vida de los consumidores y fragmentado el mercado con tal colmatación normativa que provoca una rémora improductiva del entorno del 5 % del PIB, pero desafortunadamente nada de esto tiene aspecto de cambiar, aunque algunos, pocos, nos dediquemos a denunciar el irrespirable ambiente que el Estado impregna nuestras vidas.

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