Por supuesto que de España podemos quejarnos, podemos hacerlo de su morosa calidad democrática actual, también de las oportunidades perdidas para ser mejores. Aún así esta vieja Nación que desde 1469 se encuentra en el camino que llega hasta hoy mismo, aún permanece en pie y lo está, a pesar de todo, muy dignamente.
Si algo ha caracterizado estos primeros años del siglo XXI ha sido la aparición de una especie no diré que nueva, pero si mucho más activa : «Los predicadores del desastre», que instalados en dogmas no contrastados se han dedicado a extender el espécimen de que este nuestro País es una mierda.
Evidentemente, ante semejante indecencia conceptual la respuesta tiene que ser clara y sólida.
España cuyo idioma es el segundo de comunicación mundial, una vez instaurados sus derechos democráticos con la Constitución de 1978 se convierte en una País imperfecto, pero democrático, en donde los derechos humanos se respetan y el derecho a la vida, la libertad y la propiedad están garantizados por que sus principales problemas se derivan de la deficiente separación de poderes, del gobierno omnipotente y el estatismo que todo lo contamina, en donde dieciséis millones de personas dedicadas a la economía productiva privada mantienen a diecisiete millones dependientes de presupuestos públicos.
Aún así, en España la esperanza de vida es de 81 años para los hombres y 84 para las mujeres, después de Japón la más elevada del mundo, en donde la mortalidad infantil es de 3,3 por mil nacimientos, mejor que otros 210 Países sobre un índice de 222, producto en buena medida de un sistema de salud que entre otras cosas sitúa a la Nación en el primer lugar mundial de trasplantes y donaciones.
Problemas en España …? evidentemente si, el primero de todos el desempleo, con 3,7 millones de parados no puede existir Nación que se declare satisfecha ya que semejante cifra de parados es la fuente de todo problema de pobreza o exclusión, que unido a un déficit del 3,4 y una deuda superior al PIB total de España hace muy insatisfactoria la situación de un Estado con ocho niveles distintos de Gobierno, más entes públicos y una larga rémora de organizaciones parasitarias de los presupuestos públicos hace que sea una fuente de ineficiencia e ineficacia que dificulta en su más amplio sentido la calidad de nuestra democracia.
Porque el verdadero problema se encuentra en lo público, no en los ciudadanos o las empresas. En España la renta per cápita se sitúa en el entorno de los 23.000 €, se exporta por valor de 260.000 millones de €, se recibe a más de setenta y cinco millones de visitantes extranjeros, es capaz de fabricar casi tres millones de vehículos anuales mandando al exterior el 84 % de esta producción, siendo España una Nación con empresas mundialmente relevantes como Telefónica, Banco Santander, BBVA, Repsol, Inditex, Indra, Grifols, Ferrovial, ACS o Antolín.
Este País nuestro es el que tiene una industria de construcción naval en vanguardia mundial y también una de las flotas más importantes, además de ser líderes en sistemas ferroviarios, ser los segundos productores mundiales de vino, los primeros exportadores de aceite, o en materia de Educación PRIVADA, en donde el IE o IESE están en el top mundial de las escuelas de negocios, a la altura de Harvard o Fontainebleau.
De verdad pueden decir que esta nuestra no es una magnífica Nación…? la del Museo del Prado, la del Escorial, la del tercer exportador mundial de libros, la que vio nacer la Escuela de Salamanca que alumbraron Tomás de Mercado, Diego Covarrubias, Martín de Azpilicueta o Juan de Mariana… y en donde además Ruth Beitia es Campeona Olímpica.