Que pasará en 2021. I

Ha pasado el peor año de mi vida. Desde que muy joven, jovencísimo, me incorporé a UCD he visto pasar múltiples situaciones en España, las Constituyentes de 1977, los Pactos de la Moncloa en octubre de ese mismo año, el referéndum constitucional de 1978, las primeras elecciones municipales de 1979 y la implosión de las Comunidades Autónomas del artículo 143 en sus primeras elecciones del año 1983, también la firma del tratado de adhesión a la Comunidad Europea.

Además de estos hitos políticos he vista padecer a la Nación con la crisis del petróleo, la enorme crisis económica de 1992 después de unos fastos de nuevo rico con la celebración de Olimpiadas y Exposición Universal al mismo tiempo, la asonada de 2004 que llevó a un cambio político que cultivó la tremenda crisis económica gestada entre 2008 y 2011, todo ello más el sufrimiento y la sangre provocada por los asesinos terroristas etarras y las intentonas golpistas del 23 de febrero de 1981 o el  no culminado, de momento, en Cataluña.

Muchas cosas me ha dado tiempo a ver en todos estos años, muchas cosas han pasado en España desde el establecimiento de la democracia, pero ninguna tan terrible como la crisis sanitaria y la ruina económica que el CORONAVIRUS ha provocado en 2020, con una población acobardada y mansurrona que ha buscado refugio en «Papá Estado», que si algo ha dejado en evidencia esta situación ha sido su incapacidad para proteger a la gente, su incompetencia en la gestión siendo al mismo tiempo un depredador del dinero de los contribuyentes.

Tenemos una complicada situación, unos ciudadanos apocados que tienen miedo a la libertad y ante lo cual, la aparente seguridad que brinda el Estado es muy tentadora, de ahí que muchos claudiquen ante las promesas de seguridad que no son otra cosa que una estafa que se paga con menos  libertad.

Nos llega 2021 que traerá nuevos hábitos de comportamiento, en el trabajo, en las relaciones sociales, en el ocio. El miedo se ha implantado y seremos más desconfiados e individualistas en la búsqueda de los intereses propios, como  consecuencia de esa inquietud y de un Estado que con su habitual perversidad ha mentido mucho a la gente, pretendiendo además anestesiar el estado de ánimo de una sociedad bombardeada constantemente por los medios oficiales y también por los bien «engrasados» medios amigos, empeñados en implantar la tiranía de un pensamiento que no admite discrepancias en la búsqueda de consensos malignos y enmascarar los abusos del poder justificándolos por la crisis sanitaria.

Los ciudadanos vamos a necesitar tiempo para asimilar todo lo vivido este 2020, las turbulencias sanitarias, el secuestro ciudadanos, la merma de libertades, la separación de poderes convertida en una mera separación de funciones, el destrozo económico, la incompetencia de lo público, la mentira gubernamental y aceptar que muchos van a vivir peor, no temporalmente, siempre.

Este 2020 ha sido  pródigo en mensajes estúpidos que sería injusto cargar exclusivamente  en el debe institucional, aquí ha habido mucho cooperador lanzando a la opinión pública mensajitos del tipo » de esta salimos más fuertes» o «salimos mejores» etc … y demás melonadas del buenísmo propio de los meapilas y la ultra izquierda, coincidentes ambos en sus pretensiones de dirigir la vida de la gente utilizando eslóganes  que son especialmente irritantes sabiendo que son mentira, porque cuando salgamos, cuando sea, lo haremos peor.

En el ámbito económico de 2021 la situación actual dejará como un grato recuerdo la crisis que se gestó en 2008 – 2011, pues el Déficit Público será del 12 % y la Deuda alcanzará el máximo en toda la historia de España : el 128 % del Producto Interior Bruto.

Continuará …

 

Esta entrada fue publicada en General. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *