Esa es la única explicación que se me ocurre después de leer que la actual presidenta de la junta ocupante del pp de Cantabria exija que el futuro presidente del PP deba ser quien ha obtenido el 36,8 % de los votos (la minoría mayoritaria), a pesar de que el 61,2 % (mayoría absoluta) no quiere que Soraya sea quien dirija el PP.
Solo desde la indigencia moral o desde el desprecio a los votantes se puede hacer una declaración tan sonrojante.
Las palabras de Buruaga podrían haber tenido un mínimo de sentido, si en esas declaraciones hubiera empezado por decir que dimitía como presidenta de la junta ocupante, cargo que ella ocupó en contra de la voluntad de los afiliados, puesto que solo alcanzó el 45 % de los votos frente a un 55% que logró Nacho Diego.
Nacho si alcanzó la mayoría absoluta en la primera vuelta y era lógico que fuese el Presidente del Partido, pero en ese momento buruaga se escudó en los estatutos del pp para negarle lo que ahora pide para soraya, eso si, con las mismas técnicas con las que manipuló el congreso regional, es decir, negando el voto a afiliados que sabían que no iban a votar a soraya, cocinando compromisarios que los afiliados votaron entendiendo que eran representantes de Casado y han resultado ser submarinos de soraya, o cediendo las instalaciones de todos los afiliados, como la sede, para que se celebrasen, por parte de afiliados sin ninguna representación, actos en favor de soraya pero no de los otros candidatos.
¿Puede haber algo más dañino en política que un hipócrita? Yo creo que no, hace perder la fe de los votantes en aquellos en los que se debería confiar y luego es muy difícil volver a recuperar esa lealtad del voto.
Si precisamente tienen sentido las segundas vueltas en unas votaciones es en el caso que nos ocupa actualmente, al presentarse varias opciones y no lograr ninguna la mayoría lo normal, lo democráticamente higiénico, es que se realice una nueva votación entre los dos que hayan obtenido mayor apoyo para que sea el ganador absoluto el que pueda recibir el respaldo, esta vez si, mayoritario de los afiliados.
Y eso a pesar de que nuevamente, el aparato del partido ha sido controlado por una candidatura en contra de las otras. No deja de ser chirriante que mientras Casado y Cospedal han presentado multitud de quejas por no dejar votar a afiliados que tenían todo el derecho a hacerlo, la única candidatura que no ha presentado ninguna alegación ha sido la de soraya.
En conclusión, si buruaga no quiere que se le llame hipócrita lo que tiene que hacer es dimitir de su cargo y reconocer que quien debe ser presidente es Nacho Diego, que ganó por mayoría absoluta el congreso, pero si persiste en ocupar la presidencia, mientras les pide a otros que hagan lo que ella no cumple, se podrá encontrar ”buruaga” como la primera definición de ¨”Hipocresía Política” en Wikipedia.