Se presentan malos tiempos para las cuentas públicas, no solo en España, sino también en Cantabria.
Cuando se aprobaron los presupuestos de 2020 nadie podía prever que saltarían por los aires con el coronavirus desde marzo, pero ya se sabia que eran unos presupuestos ficticios que no se iban a cumplir y que aumentarían el déficit y la deuda de Cantabria significativamente.
Se contabilizaron como ingresos los 22 millones de Valdecilla que no se incluían en los presupuestos del Estado, o la famosas mensualidad del IVA de 45 millones, que por arte de “birlibirloque” el gobierno de Pedro Sánchez nos hizo desaparecer, esto junto con una previsión de crecimiento más alto del ya esperado para 2020, que incrementaba artificialmente los ingresos del gobierno, hacían de las cuentas públicas cántabras más un “acto de fe” que unas cuentas fiables.
La aparición del virus ha hecho que, este presupuesto mal planteado inicialmente, salte por los aires disparando el gasto y reduciendo aún más los ingresos previstos. Hasta tal punto, que el gobierno de Cantabria se ha visto en la obligación de aumentar la deuda, solo en el primer trimestre de 2020, en 250 millones más de euros, alcanzando la cifra preocupante de 3.500 millones de deuda acumulada total.
Si tenemos en cuenta que todavía el gobierno Social-Comunista de España no ha aprobado ningún presupuesto, y que el vigente es una prórroga del último de Mariano Rajoy, las expectativas de que el presupuesto regional del próximo año cubran los gastos reales y el desfase de ingresos previstos es una quimera imposible de lograr.
Hay que tener en cuenta que más de la mitad de los ingresos del presupuesto de Cantabria son transferencias del Estado o de la Unión Europea, y que Cantabria se limita a ser un mero espectador incapaz de negociar las cantidades que nos lleguen. No somos como los nacionalistas vascos o catalanes, que utilizan sus diputados para apuntalar el gobierno de Pedro Sánchez a cambio de dinero, ni más ni menos.
Si ya de por si, esta situación debilita los ingresos que podamos obtener de España, la parte que pueda llegar de la Unión Europea para compensar las terribles pérdidas del Covid-19 está también en el aire. Y en este caso, no por la mejor o peor gestión que pueda hacer nuestro gobierno regional, sino por la poca fiabilidad que ante la Unión Europea tiene el gobierno de Pedro Sánchez, que es incapaz de ofrecer un mínimo gesto de reducción del gasto público mientras pide a Europa 170.000 millones para cubrir nuestros gastos por el coronavirus. (nota 1)
Es muy posible que España reciba menos dinero del que nos ha costado la pandemia, y eso aumentará el déficit público y disparará la deuda, tanto nacional como autonómica. Esa falta de fondos hará que los presupuestos de Cantabria de 2021 sirvan para poco más que para pagar nóminas de los funcionarios , eliminando la inversión capaz de crear empleo y actividad y sumiendo a Cantabria en un letargo decadente de su economía que repercutirá negativamente en nuestro nivel de empleo y de actividad.
No debemos olvidar que, de un presupuesto de Cantabria de 2.850 millones de euros, tan solo 170 millones se dedican a inversión, mientras destinamos 1.000 millones a pagar nóminas y 480 millones a pagar deuda.
Estos datos hacen que la pregunta no es si aumentará el déficit, ya hemos visto que solo el primer trimestre ha aumentado 250 millones, la pegunta es si las previsiones de agujero en las cuentas públicas de Cantabria de 540 millones se cumplen o son, desde mi punto de vista, una forma de inflar los gastos para tener margen a fin de año.
En cualquiera de los casos, es la voluntad del gobierno de España la que nos indicará para los próximos presupuestos el grado de descuadre de los ingresos de los que dispondremos, en un escenario de debilidad del gobierno central frente a Europa y a los nacionalistas nada hace albergar la más mínima previsión de que Cantabria salga beneficiada de dicha situación.
Lo dicho, el presupuesto de Cantabria se cuadrará ¡A martillazos!
Nota 1: Tras la publicación de este artículo se conoció que la cantidad a percibir por España será finalmente de 140.000 millones mucho menos de lo previsto y que complicará, aún más si cabe, que Cantabria reciba una aportación adecuada para cubrir mínimamente el presupuesto de 2021 ¡Más martillazos!.
Artículo publicado en el nº 23 de la revista Vivir en Cantabria