Replantear la Educación

El martes 20 de noviembre, la comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou, presentó en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) la estrategia «Replantear la Educación”

En líneas generales, la señora Vassiliou propone una mayor flexibilidad de los sistemas educativos en la que se preste una atención preferente al impulso de competencias básicas y transversales para conseguir mejores resultados soioeconómicos. Durante su intervención recordó que la tasa de paro juvenil en la Unión Europea se aproxima al 23% – En España llegó al 53,28% en el segundo trimestre de 2012, entre los menores de 25 años, según la Encuesta de Población Activa (EPA)- y puso de relieve que, a pesar de ello, existen más de dos millones de empleos sin cubrir por falta de profesionales con las capacidades suficientes que demandan las empresas.

 Con la estrategia «Replantear la Educación” la Comisión Europea, según manifestó la precitada comisaria de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud exhorta a todos los países de la Unión a que adopten medidas inmediatas orientadas al desarrollo y consecución de capacidades y competencias básicas, sociales y profesionales por los jóvenes europeos con dos finalidades: dar cobertura a las necesidades del mercado de trabajo y lograr los objetivos en materia de crecimiento y empleo.

En línea con lo anterior, Androulla Vassiliou, declaró: “Replantear la educación no es solo cuestión de dinero. Si bien es cierto que debemos invertir más en educación y formación, es evidente que los sistemas educativos también deben modernizarse y funcionar de forma más flexible para responder a las necesidades reales de la sociedad actual. Europa solo podrá volver a tener un crecimiento sostenido formando a personas muy cualificadas y versátiles que puedan contribuir a la innovación y el emprendimiento. Una inversión eficiente y bien orientada es fundamental para ello, pero no alcanzaremos nuestros objetivos reduciendo los presupuestos educativos”.

 Me siento especialmente reconfortado al comprobar que mi pensamiento educativo y la orientación pedagógica de Decroly se alinean con las manifestaciones de la señora Vassiliou y con las premisas que pregona la estrategia « Replantear la Educación«. Con esta disposición la Unión Europea se decanta por un cambio sustancial en la educación en el que primen los resultados de aprendizaje en forma de conocimientos, capacidades y competencias de los alumnos. ¡Nada que objetar!

 Decroly es un centro privado concertado que se caracteriza por impulsar una plural y variada oferta de Programas de Cualificación Procesional Inicial (PCPI), ciclos formativos de Grado Medio (CFGM) y ciclos formativos de Grado Superior (CFGS), en sus distintas modalidades y regímenes autorizados. Decroly propone a los ciudadanos de Cantabria una formación integral en consonancia con la realidad empresarial y laboral de esta Comunidad Autónoma de Cantabria. Decroly se posiciona a la vanguardia de la creatividad e innovación tecnológica y pedagógica y se compromete con una estrategia de calidad demostrada, evaluada y certificada por LLOYD´S Register Quality Assurance en la norma ISO 9001-2008. En Decroly repensamos la educación cada día, incorporando todos los cambios que proceda para tender a la mejora continua y a la excelencia.

En « Replantear la Educación» se pone el foco tanto en mejorar las capacidades básicas como en desarrollar y reforzar los retos de emprendimiento, la capacidad de iniciativa y las ocho competencias clave: comunicación en la lengua materna; comunicación en lenguas extranjeras; competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología; competencia digital; competencias sociales y cívicas; sentido de la iniciativa y emprendimiento; aprender a aprender; conciencia y expresión culturales.

 La sociedad actual, la sociedad del conocimiento, reclama las habilidades, capacidades y competencias arriba descritas para garantizar las urgencias del mercado de trabajo, la cohesión social y la ciudadanía activa. « Replantear la Educación» describe los progresos realizados con respecto a la enseñanza de esas competencias. Sin embargo, ello no es óbice para que plantee medidas de vigorización de los proveedores de educación y formación que respondan a las demandas cambiantes de competencias.

 La evaluación ocupa un lugar destacado en la estrategia « Replantear la Educación«. Aboga la estrategia, además, por una adaptación y actualización de los métodos de evaluación para garantizar que los procesos de aprendizaje y la adquisición de competencias se adecúan a las expectativas y necesidades de los estudiantes y de las empresas. Incide, asimismo, en una serie de asuntos de capital relevancia. La utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC); el uso de todo tipo de recursos educativos abiertos (REA), en los contextos de aprendizaje; la actualización de las capacidades pedagógicas del profesorado, siguiendo cursos de formación con regularidad; el refuerzo de los vínculos entre el sistema educativo y el mundo empresarial, para acercar la empresa a la escuela; el estimulo de la cooperación en materia de aprendizaje en el lugar de trabajo a nivel nacional y europeo, mediante el impulso de programas de movilidad (Erasmus, Leonardo da Vinci,…);… son algunos de los más destacados.

Entre las medidas que proyecta « Replantear la Educación» destaca: unas directrices sobre evaluación y desarrollo de la educación en materia de emprendimiento; un análisis de impacto sobre el uso de las TIC en educación; una estandarización de referencia de la información sobre el aprendizaje de idiomas; una indicación sobre la necesidad de invertir en sistemas de educación y formación profesional de calidad; una mejora del reconocimiento de las cualificaciones y capacidades, aunque éstas hayan sido adquiridas al margen de los sistemas de educación no formales.

La formación y cualificación sustanciada en habilidades, capacidades y resultados de aprendizaje es una exigencia incuestionable para optar a un puesto de trabajo en Europa. El contexto europeo actual nos indica que en este decenio, solamente el 18% de los puestos de trabajo serán de baja cualificación. Así lo afirman diversos informes de instituciones europeas reiteradamente publicados. Eso quiere decir que, en el horizonte de 2020, quienes carezcan de una cualificación acreditada verán muy restringidas sus posibilidades para acceder a un puesto de trabajo. La estadística nos aporta datos muy duros, en este sentido. Actualmente, 73 millones de europeos, el 25% de los adultos, registran un bajo nivel educativo. Si extrapolamos esa cifra, en 2020 varios millones de esos ciudadanos perderán su empleo, al menos que tomen medidas urgentes de recualificación.

Si nos circunscribimos a España, el abandono escolar temprano se sitúa en 26,5%. El futuro se presenta muy incierto para el conjunto de los ciudadanos, dadas las circunstancias socioeconómicas actuales. Ante esa realidad, ¿Qué respuesta proporcionará la sociedad a esos adolescentes que hoy han abandonado el sistema y sus capacidades básicas de lectura y escritura, por ejemplo, se aproximan al umbral del analfabetismo?

Informaciones recientemente publicadas en diversos medios de comunicación sostienen que el próximo 5 de diciembre la Comisión presentará un paquete de medidas relacionadas con el empleo juvenil. Según esas fuentes, el documento incluye una propuesta a los Estados miembros orientada a garantizar que todos los jóvenes reciban una oferta de empleo, de formación o de educación suplementaria en un plazo de cuatro meses a partir del momento en que dejan de estudiar o se quedan sin empleo. Estaré atento a esa fecha y cruzaré los dedos para que los “padres de la patria” europea hayan encontrado la tecla que resuelva o ayude a paliar la lacra que representa el paro juvenil en la sociedad actual, particularmente en España.

En otro orden de cosas, me preocupa seriamente la actitud de los trabajadores en activo, muchos de ellos enrocados en la obsolescencia profesional y reacios a  participar en acciones de formación continua, en el contexto de su puesto de trabajo presente o para prepararse ante una eventual migración a otra ocupación dentro o fuera de la empresa en que presta sus servicios actualmente. Los datos son alarmantes. Menos del 9 % de los adultos participan en actividades de aprendizaje permanente. ¿Cuáles son las causas?

Ante este escenario, ¿Cuál es la respuesta individual y colectiva de la sociedad cántabra, por ejemplo? Yo tengo mi opinión, pero no es muy alentadora. ¡Prefiero reservármela, en esta ocasión!

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