Todos con la FP del sistema educativo

Sí, a medida que pasa el tiempo desde que se publicara el Real Decreto 1592/2012, de 8 de noviembre, por el que se desarrolla el contrato para la formación y el aprendizaje y se establecen las bases de la formación profesional (FP) dual, observo la existencia de un totum revolutum en el desarrollo del modelo de la Formación Profesional Inicial en el conjunto de las comunidades autónomas españolas

 

Me ha parecido interesante revisar algunos de mis posts más recientemente publicados en Decroly Digital sobre el presente y futuro de la Formación Profesional. Ellos permiten comprender cómo se han ido desarrollando las cosas, al menos, sobre el papel. Les señalo al final de este escrito para quienes deseen echar una ojeada a su contenido y a mis impresiones.

 Ya adelanto en aquellas entradas que, a título de resumen, defiendo el actual modelo de Formación Profesional y aplaudo la complementariedad de la iniciativa regulada por el Gobierno en el Real Decreto 1592/2012. Sin embargo, siendo la FP que se deriva de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE) mejorable y dando la bienvenida al nuevo formato de FP dual que auspicia el precitado Real Decreto, reflexiono sobre la incertidumbre y preocupación que me suscita su implementación. También, demando abiertamente –como se lo hice saber al presidente del Gobierno regional en persona- una apuesta decidida de la Administración educativa para restaurar el viejo modelo de concesión de becas a los alumnos durante la realización de las prácticas en las empresas, tanto en el formato convencional como en la FP dual que ahora se promociona.

 Durante las últimas semanas, los medios de comunicación social audiovisuales, escritos y digitales han recogido noticias e informaciones sobre los proyectos piloto que se están desarrollando –o sobre el que se iniciará el próximo curso 2013-2014 (Comunidad Foral de Navarra)- en unas y otras comunidades autónomas, independientemente de su signo y color político. Me parece interesante presentar algunas de las propuestas publicadas en las que observaremos la más absoluta falta de coordinación entre esas comunidades autónomas, en relación con la Formación Profesional dual, por ejemplo. ¡Cada loco con su tema! Eso sí, los gobiernos de las comunidades autónomas tienen el derecho de tomar sus propias decisiones en materia de educación por ser competencias trasferidas por el Estado a cada región.

 Dejaré para el final de este post mis comentarios sobre las experiencias piloto que se desarrollan en Cantabria y, a continuación, matizaré la conocida posición de Decroly para el futuro inmediato. Adelantaré, además, un escenario ideal que, bajo mi punto de vista, colmaría los intereses de todos los actores en el sistema.

 Cnviene recordar algunas cuestiones que no admiten discusión alguna sobre la FP dual que ahora se está pilotando:

  1.  Mantiene el currículo de cada título, exactamente igual que el establecido en el real decreto correspondiente y en la orden de cada comunidad autónoma que lo desarrolla;
  2. No representa un cambio de modelo;
  3. El sistema actual (que incluye un 20% de formación práctica) se mantendrá tal cual;
  4. Se implanta la FP dual como posibilidad añadida que coexistirá con el formato vigente;
  5. Su tratamiento no será ni obligatorio ni común a todos los centros educativos donde se imparte FP, sino que dependerá de que haya empresas interesadas que decidan ofertar plazas para esas prácticas;
  6. Este nuevo formato podrá durar hasta tres años, uno más que la FP convencional, si bien ambas conducirán exactamente a la misma titulación de grado medio o de grado superior;
  7. El Ministerio niega tajantemente que vaya a haber titulados de primera o de segunda, valga la expresión popular;
  8. El formato de FP dual no garantiza que llegue a todos los alumnos ni a todos los ciclos formativos;
  9. La FP dual permitirá que los estudiantes realicen como mínimo un tercio de su formación en las empresas;
  10. Serán la empresas y las comunidades autónomas las que decidan si pagan o no a los alumnos por esas prácticas.

 Al hilo de esta cuestión final, existen discrepancias muy fundadas. No parece muy ético potenciar el formato de FP dual sin un compromiso mínimo de remuneración al alumno por sus prácticas, a través de una beca salario. Deja el Real Decreto al libre albedrio de las partes -la Administración educativa y cada una de las empresas colaboradoras- la decisión de pagar o no al estudiante; en caso afirmativo, qué cantidad y, finalmente, si esa beca la satisface la Administración educativa, la empresa o las dos partes.

 Si partimos de que el modelo no cambia, como establece con algún que otro claroscuro el Real Decreto, en mi opinión, pero que así lo ha ratificado el propio ministro Wert, el actual sistema de Formación Profesional que ahora se complementa con el formato dual, demanda POR ELEVACIÓN una asignación económica, en forma de beca salario para TODOS los alumnos que realicen el módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT) y cuantas otras prácticas adicionales acuerden las partes, sea bajo el formato actual, o bien en el nuevo de la FP dual cuyas bases se establecen por el Real Decreto 1592/2012.

 Esperar un cierto grado de homogeneidad en las distintas comunidades autónomas se me antoja absolutamente utópico. De las diez cuestiones citadas más de la mitad pueden crear agravios comparativos de mayor cuantía entre el alumnado y los centros educativos si la Administración autonómica competente no lo remedia en el desarrollo legislativo que se vislumbra como imprescindible. En este sentido, es deseable que la experiencia piloto que se están desarrollando en todas las regiones –excepto en Navarra que se iniciará el próximo curso- aporte luz al conjunto del sistema de FP. Estas son algunas preocupaciones que afligen a muchos profesores y centros educativos:

  1.  ¿Se mantendrá el actual sistema de escolarización en FP?
  2. En caso afirmativo, ¿exigirán las empresas algún mecanismo de selección previa, antes de acoger alumnos para la realización de las prácticas, que limite la escolarización solamente a los elegidos por ellas?
  3. Si así ocurriera, ¿dónde, cómo y cuándo se escolarizarán los alumnos no seleccionados y en qué empresas realizarán las preceptivas prácticas correspondientes al módulo de FCT?
  4. En caso negativo, ¿qué mecanismo arbitrará la Administración educativa para escolarizar a los alumnos de FP en los distintos formatos?
  5. ¿Podrán los centros sostenidos con fondos públicos, al amparo de su autonomía pedagógica, decidir la oferta educativa en uno u otro formato o en ambos?

 Sinceramente, los augurios no son nada halagüeños. La impresión que existe en los equipos directivos y claustros de profesores apunta a que el Gobierno va a dejar en manos de las empresas la FP dual. Si ello fuera así, estaría cometiendo un craso error. ¡Es preciso definir el ámbito competencial de la Administración laboral y de las empresas en la FP dual cuando se efectúe a través del contrato para la formación y el aprendizaje! De lo contrario, el tiempo demostrará una creciente confrontación entre las autoridades de Educación y de Empleo. La provisión de títulos de técnico y técnico superior de Formación Profesional Inicial y, consecuentemente, la impartición de los estudios que a ello conduzcan debe permanecer en la Administración educativa, independientemente de la implementación del nuevo formato dual.

 La FP Inicial del sistema educativo debe mantener su actual estatus y regulación. También en materia de escolarización universal sin más requisitos que los académicos estrictamente legales. De lo contrario, la discriminación y la desaparición paulatina del principio de igualdad de oportunidades se apoderarán del sistema y nos retrotraerá a épocas anteriores a los años ’70 del pasado siglo XX. Otra cosa muy distinta es que, al amparo de convenios formalizados entre el centro y las empresas, la Administración educativa autorice a los centros a promover convocatorias extraordinarias de admisión de alumnos a demanda, con el fin de participar en procesos de selección realizados por las empresas lo postulen para una eventual formalización de contratos para la formación y aprendizaje.

 Si repasamos la prensa podremos observar que se detallan algunos de mis augurios expresados anteriormente. Concretamente el referido al que las empresas seleccionan los alumnos de la FP dual. Tal es el caso de Galicia. El Correo Gallego, en su edición del pasado 16 de enero, decía: “los alumnos combinarán formación con trabajo remunerado a través de un contrato desde el inicio de sus estudios”. Recogía el periódico esta noticia para informar del convenio firmado por la Xunta y la empresa Coremain y la apertura del oportuno proceso de selección de candidatos. La Voz de Galicia, el lunes 28 de enero amplia este dato publicando que el Politécnico de Santiago –primer centro gallego que ofrece el nuevo formato de FP dual- ha recibido 50 solicitudes para que Coremain seleccione los 15 alumnos a quienes la Compañía ofrecerá un contrato para la formación y el aprendizaje.

 El Diario de Navarra, en su edición del 18 de enero, publica la noticia de la reunión mantenida por el consejero de Educación José Iribas con representantes de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) para informarles sobre la FP dual. El Consejero precisó las líneas maestras del nuevo formato, en el que concretó algunos aspectos interesantes como: los alumnos realizarán, al menos, un tercio de las horas del título con participación de las empresas; para ello, los alumnos acudirán dos o tres días a la semana para realizar las prácticas, en horario laboral, durante 35 semanas; existirá un plan específico de formación consensuado entre el centro educativo y cada una de las empresas que suscriban el oportuno convenio de cooperación; el proceso será supervisado por un tutor designado por el centro; los estudiantes podrán obtener una remuneración, a través de una beca-salario de entre 150 y 200 euros al mes;… 

El diario ABC, en su edición de Valencia del día 28 de enero, publica una noticia sorprendente. Se trata de la decisión adoptada por la Conselleria de Educación mediante la cual exigirá a los centros que dispongan de un proyecto de FP dual en el que el 50% de las prácticas de los alumnos se realice en las propias empresas, para la incorporación y modificación de los nuevos conciertos en enseñanzas postobligatorias de Formación Profesional. De esta manera, la Conselleria de Educación modifica los requisitos necesarios para autorizar nuevos conciertos o modificar los existentes con el objetivo de potenciar la Formación Profesional dual.

 El País ha publicado noticias e informaciones sobre el nuevo formato de la FP dual en varias ocasiones desde que se publicara el Real Decreto 1592/2012, tanto en la sección de Educación como en la de Economía. Merece la pena señalar que este diario ha sido sensible ante el escenario que se vislumbra tras la doble vía que establece el sistema de Formación Profesional (FP) Inicial, después de la entrada en vigor de esta norma.

 La FP convencional, la que venimos impartiendo en los centros, y la FP dual, derivada de la aplicación del real decreto antes citado, nos conducen hacia un nuevo escenario que no por incierto y preocupante es menos alentador si acertamos todos en su puesta en acción. Nos encontramos con dos alternativas, la tradicional y la nueva FP dual. Esta, a su vez, presenta dos variables diferenciadas exclusivamente por los dos diferentes mecanismos de acceso a la empresa para realizar las prácticas: bien por la vía del contrato de formación para el aprendizaje –que regula, entre otras cosas, la remuneración del estudiante-, bien por la vía de la beca salario que discrecionalmente decida la empresa o, en su caso, la Administración educativa o ambas.

 La Comunidad de Madrid está siendo especialmente proactiva en materia de FP dual. Ha optado por la firma de convenios con empresas mediante los cuales las compañías otorgan a los estudiantes una beca salario de 450 euros mensuales, durante los dos años del plan de estudios, y el Gobierno subvenciona con 6.000 euros anuales por alumno a las empresas que financian las becas salario. Es decir, Madrid está priorizando la FP dual sin relación laboral alumno empresa, con una beca salario determinada y con una aportación de la Comunidad a la empresa en forma de subvención. En  mi opinión, esta estructura es razonablemente aceptable para todas las partes.

 Pude leer, asimismo, en El País, hace unas semanas, una noticia referida al modelo de formación de SEAT España. Para abreviar, simplemente comentaré que SEAT ciclos formativos en TRES años, con un total de 2450 horas de prácticas en la empresa, y concede a cada estudiante una beca salario de 250 euros al mes el primer año, 420 euros en el segundo y 530 el tercero. Además, al finalizar el período de formación ofrece, a los entonces titulados, un compromiso de contratación. ¡También me gusta el patrón de SEAT!

 En Cantabria, la FP convencional se ha desarrollado convenientemente. El Gobierno regional actual, dentro de las limitaciones presupuestarias y las tristemente célebres y necesarias medidas de ajuste económico, ha resuelto favorablemente algunas de las demandas históricas del sector privado, como el crecimiento vegetativo de unidades al implantar los ciclos LOE. Sin embargo, sería deseable agilizar algunos asuntos demandados por la sociedad y por la comunidad educativa de todos los centros sostenidos con fondos públicos, de titularidad privada, tales como la implantación de los ciclos aún pendientes derivados de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), el bilingüismo y la normativa que posibilite la puesta en marcha de programas de FP dual.

 La Consejería de Educación ha implantado proyectos piloto de FP dual en colaboración con un grupo de entidades de la región. Sin embargo, a día de hoy, los centros privados han quedado excluidos de la aplicación de los convenios firmados entre la consejería, grandes empresas y sectoriales para la puesta en funcionamiento de la FP dual. ¡Nos han dejado en el furgón de cola a los centros concertados! ¿Por qué?

 Yo personalmente no lo entiendo. Es más, creo que se trata de un grave error al despreciar la Administración educativa las aportaciones de los centros privados concertados ante el reto de mejora que representa el formato dual. ¿Ha considerado la Consejería de Educación, Cultura y Deporte el malestar que se respira en los centros privados como consecuencia de esta decisión? ¿Cuándo va a propiciar la Consejería de Educación la implantación de la FP dual auspiciada por los centros privados? ¿Por qué los convenios firmados por la Consejería con las empresas no amparan a los centros concertados?

 Estas consideraciones que acabo de manifestar no dejan lugar a dudas. Yo soy partidario de la coexistencia del formato convencional y el nuevo de FP dual. Ahora bien, para que el modelo sea sostenible y no discriminatorio (ambos formatos)  debe existir un nexo que evite la primacía de un formato sobre el otro. Ese vínculo no es otro que el establecimiento de una beca salario para los alumnos, independientemente del formato convencional o dual por el que se decanten. Esa remuneración, en forma de beca salario, por simbólica que sea, ha de ser concedida por la Administración, por la empresa o por ambas entidades.

 La FP convencional se encuentra totalmente consolidada. La irrupción de la FP dual ha generado expectativas y recelos. Expectativas en los alumnos; recelos en los centros por lo que puede significar de desestabilización si no se cumplen las esperanzas de los estudiantes bien con un contrato para la formación y el aprendizaje, bien mediante la concesión de una beca salario por la empresa, por la administración o por ambas entidades.

 La versión de una FP dual mediante un contrato para la formación y el aprendizaje parece escasamente viable, salvo en grandes corporaciones. Otra cosa muy distinta es el formato de convenio centro empresa con aportación de una beca salario. Yo sigo considerando imprescindible, y por ello lo reitero constantemente, la implicación del Gobierno regional, en el caso de Cantabria, tomando como base el modelo de Madrid. A partir de ahí, lo que queramos. El éxito o fracaso del modelo de FP, en su versión convencional y dual, se logrará si tanto las empresas como la Administración se involucran económicamente, siquiera con una aportación simbólica (Madrid, SEAT,…).

 El Gobierno de Cantabria está obligado a considerar estas opciones. Es una cuestión, además, de prioridades. ¿Cuánto dinero se dedica a la financiación de los contratos programa mayoritariamente gestionados por los agentes económicos y sociales? Una reorientación de esos fondos, digamos en un 15%, para financiar las becas salario de los alumnos de Formación Profesional, en su modalidad convencional y en el formato dual sería altamente recomendable. Al mismo tiempo, esa decisión reforzaría los argumentos para demandar una aportación, siquiera simbólica, a las empresas, ¿o no?

 En mi opinión, las empresas pequeñas y medianas (más del 90%) van a optar, en su caso, por el formato convencional y de FP dual con o sin beca salario. ¡Es más barato! Por tanto, reactivemos estas propuestas en aras a una mejora del modelo de Formación Profesional vigente involucrando a todos los actores: los centros educativos, con sus alumnos y profesores a la cabeza; la Administración educativa posibilitando la equidad e igualdad de oportunidades y no discriminación; las empresas, contribuyendo a la formación y desarrollo personal y profesional de su futura fuerza de trabajo.

 Por otro lado, los argumentos a favor de mi tesis, analizados desde el punto de vista de los estudiantes, son más que evidentes. Si a un estudiante le ofrecen elegir entre hacer la FP dual a través de un contrato para la formación y el aprendizaje o la FP convencional del sistema educativo, sin beca salario, o incluso en el formato de FP dual sin beca, no hace falta ser un lince para conocer por cual se decantaría. Por tanto, la realidad que se vislumbra no deja margen para la duda. Las empresas pequeñas y medianas optarán por el formato convencional o por la FP dual sin compromiso de contratación y, eventualmente, aportarán una simbólica beca salario para el estudiante. Habrá que esperar y ver las “exigencias” de las grandes compañías a la hora de formalizar los contratos. Los alumnos se inclinarán por la propuesta que les garantice bien un contrato para la formación y el aprendizaje bien una beca salario sea en la FP convencional sea en el nuevo formato de FP dual

 Con este escenario no puedo menos que hacer una llamada a la Administración educativa para que la FP convencional no se convierta en un formato residual. El impacto que ello puede ocasionar en el sistema educativo y en la sostenibilidad de las plantillas de los centros puede acarrear lamentables consecuencias y pérdidas de empleo. Solo si la Administración da un paso al frente para conceder una beca salario a los alumnos, tanto de la FP convencional como en el formato de FP dual quedará garantizada la sostenibilidad del modelo. De lo contrario la inestabilidad del sistema se instalará en un próximo futuro en los claustros de los centros y el riesgo de una anarquía en el sistema de FP se percibirá en el horizonte.

 Otras entradas relacionadas:

        Formación profesional y empleo, 14 diciembre, 2012

       Beca o salario y prácticas en la FP Dual, 4 diciembre, 2012

       El Gobierno regula la Formación Profesional Dual, 13 noviembre, 2012

       Complicidad de las empresas en el modelo de FP dual, 24 de Julio de 2012;

       Formación profesional universitaria en alternancia,  26 junio, 2012

       El modelo alemán de Formación Profesional Dual: ¡no es oro todo lo que reluce!, 8 de Mayo de 2012 y

       ¡Ojo al dato!, 2 de Mayo de 2012,

 

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