"Siempre caigo en los mismos errores"

Eso decía una estrofa de la canción que con su personal estilo cantaba Chavela Vargas. El sectarismo ideológico y la mentira fueron el coctel que Pedro Solbes puso en funcionamiento durante el debate que el 21 de febrero de 2008 tuvo con Manuel Pizarro, ese fue el inicio de la mentira puesta en marcha como estrategia política ( Vladimir Ilich Ulianov ). Así dio comienzo uno de los periodos más negros en calidad democrática de la reciente historia política española.

Se utilizó la mentira para negar la crisis económica, no solamente en el debate ya señalado, se llevó hasta el extremo de prohibir la utilización de la palabra en cuestión tanto a los propios miembros del Partido como del Gobierno, igual que los medios oficiales convenientemente secundados por el periodismo de cámara, sin importarles nada que los ciudadanos tomasen decisiones económicas que en base a la información recibida creían racionales, cuando en realidad se les ocultaba que la Nación no marchaba bien.

La Nación no marchaba bien por el desbocado gasto gubernamental que llegó a situar el déficit en un 12 % de PIB lo que obligó a ciudadanos y empresas a una brutal contención años después, se subieron impuestos que taladraron el sistema productivo enviando a tantas personas al desempleo que aún no nos hemos recuperado, el Plan E gastó los recursos públicos que no teníamos dando en conjunto una sensación de improvisación que en nada contribuyeron a la imagen de España, a su seriedad y seguridad jurídica, tanto ante los inversores como  los mercados internacionales, mientras que en el ámbito del juego político el Pacto del Tinell con los nacionalistas fue su apuesta para tensionar la vida pública y expulsar de los cauces democráticos a sus contrincantes queriendo convertirles en enemigos sin derechos políticos.

Le suena todo esto verdad…? nos suena porqué nos encontramos actualmente con un Gobierno que con 84 escaños en un régimen parlamentario ha pactado con supremacistas, nacionalistas, comunistas y pro batasunos, que a imagen del Tinell pretende, otra vez, enfrentamientos que estiman en términos electorales beneficiosos.

Mientras tanto tenemos, anunciado como liebres mecánicas para ver las reacciones del cuerpo electoral, subidas de impuestos a personas, empresas, anuncios para sacar más dinero a los malos malísimos bancos, ataques al diesel como si ello fuese a salir gratis, en fin … la improvisación como método que nos conducirá seguramente a peores indicadores socio – económico.

Seguiran por lo tanto con Villarejo haciendo lo que hace, como anteriormente lo hicieron los del Faisán y más anterior aún los GAL envenenando la calidad democrática, a pesar de lo que puedan predicar los telediarios de una TVE de credibilidad y audiencias menguantes. Aunque siempre les queda el recurso de censurar a los periódicos que no obedezcan las instrucciones emanadas del Ministerio de la Verdad que la inefable egabrense quiere instaurar.

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