El mes de junio del pasado año colgué en esta prestigiosa Revista Digital un artículo titulado «Cabalgando al tigre». En el venía a señalar que todos aquellos Partidos Políticos que habían alentado movimientos de protesta radical o antisistema y las consiguientes algaradas callejeras con el objetivo de erosionar a sus contrincantes políticos lo habían hecho con la esperanza que una vez alcanzado el fin, ellos embridarían a los revoltosos.
Nada más lejos de la realidad, en España a estos idiotas que se han sumado con su comprensión a los movimientos neodemocráticos que se han venido dando al final les han pegado un sartenazo, al PNV que aspiraba a recoger las nueces de su estrategia se encuentra con la bestia batasuna gobernando además de otros muchos lugares, en San Sebastián y Guipúzcoa. Solo con volver los ojos en dirección Este , vemos como CiU, otros listos como los del Mar Cantábrico , tan cercanos a la causa del «España nos roba» está en situación de máxima debilidad, perdiendo espacio político a favor de ERC y la CUP.
Quedaba por ver que pasa con la izquierda institucional, que siempre, desde su soberbia , había apoyado cualquier bronca callejera siempre que ellos no fuesen gobierno, en la creencia que aquel tigre que ponían en la escena siempre podrían cabalgarlo a su antojo, porque a fin de cuentas, ellos son la izquierda.
No obstante a esta izquierda institucional que lleva una década de pensamiento líquido, anteponiendo lo estético a lo ideológico, lo chupy guay al pensamiento y lo circunstancial por lo estratégico el tigre les ha descabalgado, de que manera … además de quitarles las expectativas de ser gobierno han dejado de ser referencia de la izquierda , una izquierda cuya presencia política e institucional llegaron a monopolizar.
Uno que en el campo de los Estudios de Opinión Pública ( vulgo encuestas) no es lego, está observando tanto por trabajos propios y alguno ajeno, que el roto que este comportamiento le está haciendo es de aurora boreal, concretando, las Elecciones Autonómicas de Cantabria su horizonte es ser el cuarto Partido y no sobrepasar los cuatro diputados.