Nueva York la ciudad más poblada de Estados Unidos, además de ser centro económico y político mundial es también lugar habitual para que algunos Presidentes de Gobierno de España efectúen declaraciones sobre asuntos relacionados con el País.
Quien no recuerda aquellas visitas de Rodríguez Zapatero durante los años 2009 y 2010 en las que el entonces Presidente del Gobierno español mantuvo distintas reuniones con empresarios y operadores de Wall Street donde habló sobre la solvencia del sistema financiero, Cajas incluidas, donde anunciaba una reducción del déficit al 6% ( lo dejó en el 10,5 ) y que la economía española tenía un crecimiento sólido y consistente, todo ello en la misma estrategia de mensaje que en 2008 hizo Pedro Solbes al negar la crisis existente ocultando la verdadera situación que tanto daño hizo a los españoles, sobre todo cuando el citado Zapatero continuó desgranando frases como aquella de «estamos en la champions league» de la economía.
Otro Presidente, este Pedro Sánchez, ha visitado recientemente Nueva York interviniendo en la Asamblea de Naciones Unidas, sin entrar al análisis de sus declaraciones sobre el cambio climático se despachó con otras sobre la situación económica de España, en donde venía a señalar que la Nación seguiría creciendo en base a la demanda interna ( atención a esto) y lo máximo que podría ocurrir refiriéndose a la evolución económica del País es que se tenga que realizar «» algún ajuste técnico».
La experiencia nos ha venido a demostrar como después del viaje a Nueva York llega el baño de realidad y en este caso el baño de realidad corrió a cargo del último informe del Banco de España que conocido durante el mes de septiembre reduce las expectativas de crecimiento de un inicial 2,4 hasta el 2, alertando además de un fuerte detraimiento en la creación de empleo, auténtico agujero negro para la economía y la sociedad española.
Señala también el informe del Banco de España que como elemento de máxima preocupación se encuentra el muy pronunciado debilitamiento del consumo interno (vieron lo anterior ) que ya se ha frenado en el II trimestre del año, además de la contracción que está sufriendo la inversión empresarial.
Con estos datos cualquier gobierno revisaría sus previsiones, pero no parece que esto pueda suceder, sobre todo viendo la enorme diferencia que sobre el consumo privado como principal componente del PIB tienen el Presidente del Gobierno y el Banco de España.
Mientras tanto las familias y las empresas con incertidumbre, deseando conocer la realidad sin discrepancias entre los emisores de la información y aspirando a que no se les oculte la realidad de la situación otra vez más.