Lecturas de este verano

libros

Desde hace bastantes años uno de los hábitos que mantengo con relación a la lectura es que el verano es tiempo de abdicar de los ensayos, de los informes profesionales o del estudio de asuntos llamemos técnicos.

En verano además de sumergirme en las aguas de El Sardinero y del Puntal, lo hago en la literatura ,con la hermosa, enriquecedora y sobre todo, libérrimamente elegida literatura.

Conforme se acerca el verano santanderino pienso en los títulos a elegir , en el tipo de edición , en la textura del libro , en su olor … en todo ese universo que junto a las playas de las que disfruto hace que mi condición de STV ejerciente se reafirma, no más, que ello es imposible, pero se reafirma.

Al inicio del verano he comprado, como siempre,  con la intención de lectura veraniega y sin embargo lo que ha resultado es que en lugar de sumergirme en lo nuevo , no se porqué, he releído, he aparcado las nuevas adquisiciones y así he vuelto a Mario Vargas Llosa. Comencé «Conversación en la Catedral» en donde el Nobel, que aún no lo era, se pregunta ¿ en que momento se había jodido el Perú?.

Después rebuscando por mis estanterías encontré a Budd Schulberg , uno de los grandes mitos de Hollywood, autor de obras como «La ley del silencio» o la acida «Más dura será la caída», en este caso la lectura fue «El desencantado» una ruda radiografía del agitado mundo del cine en los dorados años 20 y en la gran depresión de los 30.

También he leído a David Lodge con su desopilante , cínica e iconoclasta «El mundo es un pañuelo», en donde describe el tinglado que tienen montado una serie de profesores que se invitan entre ellos a dictar «clases magistrales», pero que en realidad esconde turismo pagado bastante obsceno, sobre todo por parte del protagonista de la novela que siempre lee el mismo texto y lo único que hace es cambiar el título del mismo. Proceder que estoy seguro le resulta familiar a más de uno.

Admito que la lectura de teatro no forma parte de mis prioridades lectoras, sin embargo este verano he leído «Tardes de plata» una obra en siete escenas, cuya autora Julia García Verdugo me regaló y muy amablemente me dedicó el 1 de Enero de 2014 junto con otra de sus obras «5 farsas del 93», ambas editadas con muy buen gusto por La Avispa.

Esto es lo que ha caído este verano cuya estación temporal no nos abandonará hasta el día 21 y que yo aprovecharé para enfrascarme no en una relectura como las anteriores, sino  en un libro de Axel Káiser «La fatal ignorancia» con la que tengo sensación de acierto, puesto que su temática sobre la batalla de las ideas siempre me ha atraído.

En esto estoy, entre libros y lecturas ,  un mundo maravilloso en donde todo lo encuentras.

 

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