Intelectual : Dícese del que se dedica al estudio y la reflexión crítica sobre la realidad. Además busca un cierto estatus de autoridad ante la opinión pública.
También está el intelectual orgánico que ejemplarizándose en Gramsci quiere intervenir en las políticas públicas, muchos con bagaje liviano, que no influye ni alcanza estatus y entonces se decide por la cohabitación con el poder del momento, sea quien sea el que lo ostente o lo detente, con el único objetivo de disfrutar de una vida tranquila en lo alimenticio.
Esta postura requiere una cierta organización y acuerdo tácito para que estos bomberos del intelecto no se pisen entre ellos una manguera por la qué esperan fluya el dinero de los contribuyentes.
Otra de las características que adorna a estos galeotes de la materia gris es la capacidad para formar comités de autodefensa con el objetivo claro de preservar sus privilegios, sustentados sobre tres líneas básicas de actuación : La defensa, adentelladas si fuera necesario, de los componentes de la tribu, idear todos los obstáculos imaginables para que nadie se incorpore a la tribu y empiece por reclamar su parte en la soldada, además y por encima de todo, la entronización de los depositarios de la caja fuerte que se utiliza para engrasarles sus neuronas.
Todo esto está muy justificado, para ellos, dados los retornos que alcanzan, ya sean organizándose para si mismos unos muy alimenticios actos públicos que se utilizan para atribuirse la categoría de intelectual colmatando el espacio público, ya sea en los medios amigos o las instituciones culturales, todo sirve si con ello se coacciona a los débiles de ánimo, ya sean políticos, empresarios o representantes sociales que no soportarán la presión que ejercen constante y cruelmente si no se manifiesta públicamente la brillantez de «su obra» como para patrocinarles todo tipo de seminarios, conferencias o publicaciones de las que viven, algo que creen merecer con toda justicia. A pesar de todo queda la pregunta clave : cuál es el resultado de su pretendida influencia social y auto otorgada superioridad moral …?
En qué lugar de importancia han situado a la libertad …? libertad con mayúscula, no la formal de los textos legales, la individual, la que permite a las personas tomar sus decisiones de vida, responsabilizarse de sus actos y responder de los mismos, pero como han predicado tanto y tantas veces se han situado junto al Estado omnipotente que controla al ser humano apropiándose de su esfuerzo personal, son incapaces de ello.
Como han afrontado los intelectuales orgánicos la cuestión vital cómo eje fundamental para los proyectos de vida personales …? , de qué manera han actuado los poderes públicos que quieren pastorearlos …? pues ahogando lo individual ante la masa, con el silencio y el aplauso de estos esforzados intelectuales.
Al final de todo no cabe tampoco la sorpresa, tenemos una sociedad que mayoritariamente aspira a vivir del Estado, que este les resuelva sus problemas, les libre de afrontar responsabilidades y les garantice la manutención, con una calidad moral que se ha ganado a pulso y de la que han surgido unos «Intelectuales orgánicos» que no son otra cosa que el producto de la misma.